Imagen térmica de una fuga de agua y algunas claves para su detección

Recientemente hemos tenido un reconfortante caso de éxito al detectar una gran fuga de agua en un circuito de fontanería de las zonas comunes de una urbanización en la que se percataron de su existencia de una forma muy desagradable, con una importante factura de agua.

Tras un reconocimiento de la zona y aunque se realizó en un día lluvioso dimos respuestas a las primeras cuestiones clave:

• La fuga se producía en un circuito concreto y que, por suerte, alimentaba sólo a una zona concreta con unos puntos de consumo concentrados en un mismo sitio.

Esto se determinó gracias a que el personal que trabaja para la comunidad se percató de que el contador seguía corriendo a pesar de que las llaves de paso de la zona de consumo estaban cerradas (otra suerte ya que esa circunstancia aislaba aún más el problema).

• La mayoría de materiales de las zonas por donde estaba el circuito eran muy poco reflexivos y por tanto bastante favorecedores para realizar una inspección termográfica.

Tan sólo nos quedaba la duda de la zona del circuito enterrada que, según su profundidad y la intensidad de la fuga podría haber sido algo más problemática, aunque para eso hay otros trucos, claves y siempre es mejor saber que es en ese tramo a no saber nada, ¿Verdad?

Sin embargo las primeras imágenes, a pesar de que como mencionamos antes, el día era lluvioso y la zona de consumo estaba húmeda por el exterior, ya daban pistas claras de dónde estaba el problema.

Imagen de la sala de máquinas ubicada justo debajo de la zona de consumo de agua.
En rojo la zona de acumulación de agua debido a la avería, situada en el techo de la sala el cual es el forjado de del suelo de la zona de consumo. La pared de esta sala y la de la zona de consumo están en la misma vertical.

Con todo a favor, tan sólo quedaba confirmar el hallazgo en las condiciones ideales y por tanto las siguientes claves para la detección consistían en:

• La visita en un horario más favorable para la detección de la fuga, con la zona seca tras varios días sin lluvia y con la llave del contador abierto un tiempo prudencial para que la humedad visible sea con seguridad procedente de la avería.

Con tales condiciones cumplidas visitamos de nuevo la zona y toda duda quedó disipada como se puede apreciar:

Misma zona que la imagen anterior pero después de días de secado y a una hora más favorable para la inspección además de varias horas con la llave de paso abierta.

Suelo de la zona de consumo justo encima del techo donde se apreciaba la humedad en la imagen anterior.

Incluso, tras la revisión de las imágenes, se encontró una zona más que en las imágenes térmicas mostraba una anomalía cuya explicación era esta misma fuga y que no se tomó en cuenta por dudar de el tipo de material y su reflexibilidad para los infrarrojos.

Finalmente estuvimos presentes cuando se abrió en la zona marcada y se encontró una importante fuga debido a una brecha considerable en el tubo de polietileno que alimentaba esa zona de consumo.