Los beneficios de un buen aislamiento y las ventajas de los SATE (Sistemas de Aislamiento Térmico por el Exterior) son innegables, pero ¿Son siempre la mejor solución en términos de mejora de eficiencia energética?
Hace ya algún tiempo que el Grupo de Energética de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de la Universidad de Málaga han demostrado que en el clima mediterráneo no es así, o al menos no siempre, según su experiencia en la rehabilitación de un edificio de viviendas sociales en Málaga.
Según este estudio los mayores ahorros energéticos se producían, en primer lugar, realizando una "ventilación inteligente" de las viviendas (abrir y cerrar las ventanas en el momento adecuado aprovechando las condiciones exteriores), el segundo lugar lo ocupaba la reducción de infiltraciones de aire. En el estudio se analizaron y realizaron simulaciones de multitud de medidas de ahorro.
El resultado, si se piensa con detenimiento, es totalmente lógico. Si le eficiencia energética se concibe como el alcance de las condiciones de confort y el cubrir las necesidades energéticas con el menor consumo de recursos y energía posible, ¿Qué ahorro supone el aislamiento térmico en una vivienda que, como mucho, tiene un equipo individual de aire acondicionado tipo split?
Si la vivienda tiene ese equipo hay un cierto ahorro económico evidente aislando por el exterior y, en cualquier caso, siempre habrá mejoras en el confort ya que se conservarán mejor las temperaturas interiores de la vivienda además de prevenir otros problemas como humedad, condensaciones y sus consecuencias, ruidos, etc. pero los resultados del estudio coinciden con la evidencia de que en un clima de temperaturas suaves y con pocos edificios con sistemas centralizados de climatización el aislamiento exterior tiene un coste y una aparatosidad que no siempre produce las mejoras que otras intervenciones pueden lograr en términos de ahorro energético e incluso de confort.
¿Quiere decir esto que se deben desdeñar las soluciones de aislamiento en estos climas suaves?
En absoluto. La conclusión que, a nuestro entender, arroja este estudio es la necesidad de realizar un buen estudio previo de las condiciones ambientales, sistemas del edificio, estado de sus sistemas activos y pasivos, perfil de utilización y de todos aquellos datos que permitan tomar la solución de mayor ahorro, confort y con mejor ratio intervención-ahorro-retorno de la inversión posible.
Francisco José Soto Lara
INTERMAL (Ingeniería e Inspecciones Termográficas Málaga)
Hace ya algún tiempo que el Grupo de Energética de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de la Universidad de Málaga han demostrado que en el clima mediterráneo no es así, o al menos no siempre, según su experiencia en la rehabilitación de un edificio de viviendas sociales en Málaga.
Según este estudio los mayores ahorros energéticos se producían, en primer lugar, realizando una "ventilación inteligente" de las viviendas (abrir y cerrar las ventanas en el momento adecuado aprovechando las condiciones exteriores), el segundo lugar lo ocupaba la reducción de infiltraciones de aire. En el estudio se analizaron y realizaron simulaciones de multitud de medidas de ahorro.
El resultado, si se piensa con detenimiento, es totalmente lógico. Si le eficiencia energética se concibe como el alcance de las condiciones de confort y el cubrir las necesidades energéticas con el menor consumo de recursos y energía posible, ¿Qué ahorro supone el aislamiento térmico en una vivienda que, como mucho, tiene un equipo individual de aire acondicionado tipo split?
Si la vivienda tiene ese equipo hay un cierto ahorro económico evidente aislando por el exterior y, en cualquier caso, siempre habrá mejoras en el confort ya que se conservarán mejor las temperaturas interiores de la vivienda además de prevenir otros problemas como humedad, condensaciones y sus consecuencias, ruidos, etc. pero los resultados del estudio coinciden con la evidencia de que en un clima de temperaturas suaves y con pocos edificios con sistemas centralizados de climatización el aislamiento exterior tiene un coste y una aparatosidad que no siempre produce las mejoras que otras intervenciones pueden lograr en términos de ahorro energético e incluso de confort.
¿Quiere decir esto que se deben desdeñar las soluciones de aislamiento en estos climas suaves?
En absoluto. La conclusión que, a nuestro entender, arroja este estudio es la necesidad de realizar un buen estudio previo de las condiciones ambientales, sistemas del edificio, estado de sus sistemas activos y pasivos, perfil de utilización y de todos aquellos datos que permitan tomar la solución de mayor ahorro, confort y con mejor ratio intervención-ahorro-retorno de la inversión posible.
Francisco José Soto Lara
INTERMAL (Ingeniería e Inspecciones Termográficas Málaga)
Entradas
