21/5/14

Cómo valorar si te interesa comprarte una cámara termográfica

Consideramos de gran importancia plantearse esta pregunta ya que puede ocurrir que tras introducirse en este mundo, surjan inconvenientes (en su mayor parte asociados a las preguntas que aconsejamos a continuación) que no nos permitan utilizar a menudo esta tecnología o no sacarle todo el partido posible y que a veces se llegue a la conclusión de que no nos es de utilidad, cuando posiblemente haya multitud de casos y situaciones en las que sí y por defecto prescindamos de ella.
Allá por donde se busque información sobre termografía infrarroja, encontraremos que se trata de una tecnología muy “potente” y con infinidad de aplicaciones, lo cual es irrefutable.
Sin embargo también es importante que conozcamos sus limitaciones, que vienen dadas ni más ni menos que por su propio concepto de funcionamiento: los materiales conducen mal el calor será muy difícil si no imposible que manifiesten su situación energética más allá de su superficie.
Por ejemplo, trabajar con madera más allá de la superficie (salvo casos de difícil reproducción o espesores reducidos) es casi imposible dependiendo del espesor y de la profundidad de la que queremos conocer su estado.
De hecho es esto lo que permite en edificación detectar las deficiencias de aislamiento, ya que la envolvente transmite el calor más rápido que el aislante y por eso en ciertas condiciones es posible detectar en el mapa térmico de la superficie la falta de aislamiento interior.
En general, siempre habrá una aplicación de la termografia para la que nos sea de gran utilidad, pero ahora viene la gran pregunta ¿El precio me compensa?
Aunque estamos de acuerdo con la filosofía de nuestra asociación (AETIR) de que la formación es de vital importancia (lo que supone un coste más a considerar para contar con la termografía entre las tecnologías que utilizaremos), con la dedicación adecuada es un conocimiento que no es ajeno a una persona de talante técnico, pero ¿Tienen nuestros trabajadores o compañeros ese tiempo para dedicarle? ¿Podrán adquirir la experiencia adecuada que les permitan analizar imágenes y sacar las conclusiones correctas?
Es perfectamente posible que así sea, pero es otro planteamiento a considerar, incluso la cantidad de personas que se dedicarán a esta cuestión, ya que todas ellas deberán dedicar tiempo para aprender lo necesario para usar esta tecnología.
Otra pregunta que se debe plantear quien desee acercarse a la termografía es si el uso de dicha herramienta es amortizable según la necesidad o cantidad de trabajo para los que será de utilidad.
Es aquí donde se debe considerar el interés de contar con un profesional experto ya que el precio de su trabajo frente al precio del equipo nos dará otra clave interesante para la valoración de la adquisición del equipo necesario.
¿Y qué equipo necesito?
Esta es otra de las grandes preguntas y que trataremos más adelante para no extendernos en exceso.
Lo que sí podemos adelantar es que aconsejamos, al igual que AETIR, que la resolución (una de las cosas que más influyen en el precio) no sea menor de 160x160.

Esperamos que os sea de utilidad esta información y no dudéis en dejarnos cualquier comentario que consideréis.

Francisco José Soto Lara
INTERMAL (Ingeniería e Inspecciones Termográficas Málaga)
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