Consideramos de gran importancia plantearse esta pregunta ya
que puede ocurrir que tras introducirse en este mundo, surjan inconvenientes
(en su mayor parte asociados a las preguntas que aconsejamos a continuación)
que no nos permitan utilizar a menudo esta tecnología o no sacarle todo el
partido posible y que a veces se llegue a la conclusión de que no nos es de
utilidad, cuando posiblemente haya multitud de casos y situaciones en las que
sí y por defecto prescindamos de ella.
Allá por donde se busque información sobre termografía
infrarroja, encontraremos que se trata de una tecnología muy “potente” y con
infinidad de aplicaciones, lo cual es irrefutable.
Sin embargo también es importante que conozcamos sus
limitaciones, que vienen dadas ni más ni menos que por su propio concepto de
funcionamiento: los materiales conducen mal el calor será muy difícil si
no imposible que manifiesten su situación energética más allá de su superficie.
Por ejemplo, trabajar con madera más allá de la superficie
(salvo casos de difícil reproducción o espesores reducidos) es casi imposible dependiendo del espesor y de la profundidad de la que queremos conocer su estado.
De hecho es esto lo que permite en edificación detectar las
deficiencias de aislamiento, ya que la envolvente transmite el calor más rápido
que el aislante y por eso en ciertas condiciones es posible detectar en el mapa
térmico de la superficie la falta de aislamiento interior.
En general, siempre habrá una aplicación de la termografia
para la que nos sea de gran utilidad, pero ahora viene la gran pregunta
¿El precio me compensa?
Aunque estamos de acuerdo con la filosofía de nuestra
asociación (AETIR) de que la formación es de vital importancia (lo que supone
un coste más a considerar para contar con la termografía entre las tecnologías
que utilizaremos), con la dedicación adecuada es un conocimiento que no es
ajeno a una persona de talante técnico, pero ¿Tienen nuestros trabajadores o
compañeros ese tiempo para dedicarle? ¿Podrán adquirir la experiencia adecuada
que les permitan analizar imágenes y sacar las conclusiones correctas?
Es perfectamente posible que así sea, pero es otro
planteamiento a considerar, incluso la cantidad de personas que se dedicarán a
esta cuestión, ya que todas ellas deberán dedicar tiempo para aprender lo
necesario para usar esta tecnología.
Otra pregunta que se debe plantear quien desee acercarse a
la termografía es si el uso de dicha herramienta es amortizable según la
necesidad o cantidad de trabajo para los que será de utilidad.
Es aquí donde se debe considerar el interés de contar con un
profesional experto ya que el precio de su trabajo frente al precio del equipo
nos dará otra clave interesante para la valoración de la adquisición del equipo
necesario.
¿Y qué equipo necesito?
Esta es otra de las grandes preguntas y que trataremos más
adelante para no extendernos en exceso.
Lo que sí podemos adelantar es que aconsejamos, al igual que
AETIR, que la resolución (una de las cosas que más influyen en el precio) no
sea menor de 160x160.
Esperamos que os sea de utilidad esta información y no
dudéis en dejarnos cualquier comentario que consideréis.
Francisco José Soto Lara
INTERMAL (Ingeniería e Inspecciones Termográficas Málaga)
Francisco José Soto Lara
INTERMAL (Ingeniería e Inspecciones Termográficas Málaga)